Virgen de la Piedad

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El documento más antiguo que menciona a Almendralejo como entidad de población, aunque dependiente de la jurisdicción de Mérida, es un privilegio concedido a esa última por el Maestre de la Orden Militar de Santiago, Don Vasco Rodríguez, en 1327. Sin embargo, hasta finales del siglo XV no tenemos noticia escrita sobre la "colación parroquial": territorio y población asignados a su Parroquia. Gracias a las Actas de los Visitadores santiaguistas sabemos que en 1494 la Capilla Mayor de la Iglesia Parroquial es de bóveda de crucería y en su altar principal figura una imagen de bulto de Nuestra Señora, bajo cuya advocación de se encuentra la Iglesia, vestida con manto de terciopelo negro. Es la primera alusión, siquiera velada, de la devoción de Almendralejo a la Virgen María. En 1508 se encarga al artista, pintor y entallador de Zafra, Antón de Madrid, un retablo nuevo de 27 tablas pintadas, presididas por una Imagen de la Virgen María con su Hijo en brazos. Previamente se había levantado una ermita en el camino del Arroyo, y en su límite del término de Mérida, a Nuestra Señora de Cora, obra del mismo autor. Estas imágenes se encuentran en la actualidad presidiendo el Altar Mayor de la Parroquia de la Purificación, la segunda y el del Convento de Santa Clara, la primera que se venera en Almendralejo bajo la advocación de Ntra. Sra. Del Amparo.

Contemporánea de estas imágenes es la tradición piadosa que relata el hallazgo de la Imagen de piedra de Ntra. Sra. De la Piedad en los aledaños del actual Santuario. El pueblo llano así lo cantaba en los sencillos “Gozos” a Ella dedicados:

El año de mil quinientos

y siete se descubrió

y sepultada se halló

de esta Iglesia en los cimientos;

multiplicando portentos

desde entonces su beldad (…)

La tierra un hombre cavaba

y dentro una voz sonó,

que claramente se oyó:

¡Piedad, Piedad! Exclamaba;

y es que la vuestra empezaba

a ilustrar esta ciudad (…)

El hombre, ya cuidadoso,

prosigue apartando tierra

y halla que dentro se encierra

un tesoro prodigioso

y que nace un sol hermoso

entre tanta oscuridad (…)

Fue vuestra Imagen Sagrada

a quien la tierra escondía

en un cóncavo que hacía

como Capilla labrada;

¡oh tierra, qué afortunada

fue tu concavidad!

DEBAMOS TODO FAVOR

SEÑORA, A VUESTRA PIEDAD (…)

Sigue contando la leyenda que la imagen fue entregada al párroco de la Iglesia, pero esta desaparecía de allí y se volvía a encontrar en el mismo sitio donde fue hallada.

Esta tradición tiene cierta confirmación histórica: la construcción, casi inmediata al hallazgo, de una ermita en su honor en el lugar de la aparición según refleja el Acta de 1511 en que los Visitadores hacen constar que “visitose una hermita que haze agora cerca desta dicha villa que dize Santa María de la Piedad” y se relaciona un incipiente inventario de manteles, toallas, cortinas…, que hacen suponer que ya, antes de terminar las obras, se celebraban cultos religiosos en honor de la “recién aparecida”.

También huno una ermita dedicada a Ntra. Sra. De los Desamparados, aunque de ésta no nos ha llegado apenas noticia alguna.

Y si de las ermitas dedicadas a la Virgen María (Cora, Piedad, Desamparados) pasamos a los Conventos, nos encontramos con que en 1640 se funda el de las Religiosas de la Orden Franciscana Concepcionista, dedicado a la “Madre de Dios”. Su implantación en el corazón de la población vino a enriquecer la devoción de los almendralejenses a la “Pura, Limpia e Inmaculada Concepción” de María.

Pocos años después, en 1663, se abrió el Convento de los Frailes Menores de San Francisco, dedicado a San Antonio, cuyo altar mayor luce todavía la espléndida Imagen de la Virgen María, una preciosa Inmaculada-Asunta, que procedente probablemente del extinto Convento, franciscano también, de Ntra. Sra. De la Luz de Moncarche en el término de Alconchel.

Importancia excepcional revistió el hecho de la fundación de dos nuevas casas religiosas a finales del siglo XIX: en 1891 se abre la Casa de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María y en 1896 se hicieron cargo del Hospital Municipal las Religiosas Hijas de la Iglesia, fundadas por la extremeña Matilde Téllez, hoy beatificada. Los primeros infundieron una nueva vitalidad ancestral devoción mariana de los almendralejenses, educando en el Colegio por ellos regido a los niños y adolescentes en el amor a la Virgen; las segundas, que tenían presidiendo su capilla a Ntra. Sra. De la Luz (actual imagen que se venera como patrona del barrio de la Farola), atendían los últimos días de los enfermos terminales en el Hospital y visitaban en sus domicilios a otros enfermos e impedidos alentándoles a la esperanza bajo la protección de la Señora.

Y el siglo XX no podía comenzar mejor para Almendralejo: el 23 de diciembre de 1900 abre Casa y Colegio la Congregación de Hermanas del Santo Ángel de la Guarda. También ellas, como antaño las Religiosas Concepcionistas, avivaron la devoción a la Inmaculada Concepción de María, cuya imagen preside la Capilla del Colegio.

Por fin, en 24 de octubre de 1924, otra orden Religiosa, las Hermanas Mercedarias de la Caridad, se instala en la ciudad para dirigir la “Casa Misericordia” que acogió a 40 ancianos y, poco después, comenzó a funcionar bajo su dirección una guardería infantil, pionera en nuestra región de estas instituciones sociales. Posteriormente, de la iniciativa de estas religiosas surgió el Hospital de Ntra. Sra. Del Pilar y la Residencia de Mayores Ntra. Sra. De las Mercedes; dos advocaciones de la Virgen a añadir al multiforme “rosario” de títulos marianos. Hoy el hospital y la residencia se encuentran gestionados por la Orden de San Juan de Dios.

Pero aún no está completo el elenco: faltaban las advocaciones de las imágenes titulares de las Hermandades y Cofradías de Penitencia y Gloria: Ntra. Sra. De la Piedad en sus misterios dolorosos, Ntra. Sra. De los Dolores, Ntra. Sra. De la Esperanza, Ntra. Sra. De la Merced en sus misterios dolorosos, Ntra. Sra. Del Rosario y la ”ambivalente” imagen del Convento de Santa Clara: la que procesiona con el Niño en brazos el día de la Candelaria y con los brazos abiertos al encuentro del Resucitado, en la Pascua.

Todas las imágenes que hemos aludido son muy veneradas, sobre todo en los ámbitos respectivos de cercanía o agrupación; pero podemos decir, sin temor a equivocarnos, que de ellas, la que concentra en sí el sentimiento más vivo y patente de devoción por parte de los almendralejenses es la Virgen de la Piedad. Las visitas de los vecinos al Santuario para “ver a la Virgen” y rezarle mucho o poco tiempo, según el disponible, son numerosísimas a los largo del día y hasta la medianoche, pudiéndose decir que no dejan sola a su Patrona mientras el Santuario tiene abiertas sus puertas. No extraña, pues, que en momentos de tribulación o en los de alegría y gozo los vecinos hayan solicitado llevar en procesión la venerada Imagen al Templo Parroquial de la Purificación, contándose ya por decenas las veces que la Patrona ha visitado el centro de la población. Quería, pensamos, así “pagar las visitas de sus hijos” visitándolos en la casa de todos que es la Parroquia.

La primera visita de la que se tiene noticias es la de 1657, en plena guerra con Portugal, sumida la población en una decadencia de la que tardaría mucho en recuperarse. En la Parroquia se celebra un Novenario de Misas cantadas en su honor para suplicar la protección de la Señora y el Concejo toma el histórico acuerdo de nombrar a la Virgen de la Piedad “Protectora de la Villa”. Era el 13 de abril de 1657.

El 3 de mayo de 1830, la pertinaz sequía aconseja trasladar la sagrada Imagen a la Parroquia permaneciendo nueve días en ella y regresa a su Santuario el 11 del mismo mes.

A causa del cólera morbo, visita de nuevo el templo parroquial la “Protectora de la Villa” y, después de una estancia de noventa y ocho días, es llevada procesionalmente a su templo el 5 de agosto de 1832.

Un motivo de gozo es el que hace posible la visita al centro religioso de la población el 5 de noviembre del mismo año: la amnistía que promulgó la Reina María Cristina, viuda de Fernando VII, al asumir la Regencia de España por ser menor de edad su hija, la Reina Isabel II.

El 8 de enero de 1833 comienza una Misión Popular General en Almendralejo y la Virgen de la Piedad “baja” a la Parroquia para presidir la solemne apertura de la misma; una vez concluida ésta, “sube” de nuevo a su casa. Se trata de la visita más corta de las que se tiene noticia.

Rebrota el cólera morbo en la población y los fieles reclaman nueva visita de su Patrona, visita que tiene lugar el 10 de septiembre de 1833. Meses después, constatándose que la enfermedad no remite, vuelve la Virgen a la Parroquia acompañando a su Imagen la de San Roque, Co-Patrono con Ella de la ciudad. era el 4 de agosto de 1834.

Con la finalidad de acompañar al "Señor de la Paloma" en la procesión del Domingo de Resurrección, 29 de marzo de 1835, pernocta en la Parroquia el sábado, 28. Durante la procesión del Día de Pascua, es introducida su Imagen en el Convento de la "Madre de Dios" de Religiosas Concepcionistas, y después permanece en la Prroquia hasta el 16 de junio.

De nuevo se organizan rogativas para impetrar la lluvia y, como en ocasiones anteriores, es la Imagen de la Patrona la que las preside en la Parroquia del 4 al 25 de marzo de 1849.

Tiene que pasar un siglo exacto para que se realice una nueva visita. La ocasión la ofreció el hecho de que la Parroquia, totalmente arrasada tras el incendio del año 1936, fuera restaurada y decorada al "freco" (es la superficie de pintura mural más grande de España) por los pintores italianos Emilio Nembrini y Giovanni Gritti. El Párroco, D. Manuel Alemán decidió que la Solemne Novena en honor de la Virgen de la Piedad se celebrara en el templo restaurado, por ser éste el de mayor capacidad para acoger a los devotos que seguían la Novena con multitudinaria asistencia. Desde entonces, todos los años "baja" la Virgen a la Parroquia de la Purificación el 5 de agosto (desd 1987 lo hace con costaleros) y, terminada la novena, "sube" el 14 para presidir en el Atrio la obtención del primer mosto de las vides de Tierra de Barros, y el día siguiente, solemnidad de la Asunción de Nuestra Señora y fiesta popular de "la Piedad", acoger a los miles de devotos que participan en la Solemne Concelebración Eucarística en el Atrio del Santuario.

Sin duda, la Virgen de la Piedad es el más importante signo identificativo de la ciudad. Almendralejo, sin la Virgen de la Piedad, no sería Almendralejo o, al menos, no sería el Almendralejo que hoy es.

Por ello, el Ayuntamiento concedió la primera medalla de oro y diamantes de la ciudad a su Patrona el 5 de agosto de 1965 y la Corporación Municipal, atendiendo al calmor del pueblo entero,, en sesión extraordinaria y por unanimidad de todos los ediles, proclamó a la Santísima Virgen de la Piedad Alcaldesa Perpetua de Almendralejo el 14 de agosto de 1987.

Finalmente, en el V centenario del hallazgo de la Primitiva imagen el 1507, se Coronó Canónicamente a la imagen de Nuestra Señora de la Piedad el 19 de mayo de 2007 en el Atrio de su Santuario ante más de 8.000 personas.

  

Bajastes del cielo un día, para salvarnos del pecado, te quedastes entre nosotros, todos te hemos venerado, cantamos con humildad, Dios te salve Reina y Madre, cantamos con humildad, y te pusimos de nombre la ¡Virgen de la Piedad!

Nosotros que te adoramos por devoción Mariana, a tu ermita llegaremos para rezarte con ganas, cantamos con humildad, Dios te salve Reina y Madre, cantamos con humildad, y te pusimos de nombre la ¡Virgen de la Piedad!

Tus hijos de Almendralejo te quieren siempre a su lado, Quieren saber en el camino que Tú le hayas enseñado, cantamos con humildad, Dios te salve Reina y Madre, cantamos con humildad, y te pusimos de nombre la ¡Virgen de la Piedad! 

Tu fiesta 15 de agosto somos fieles de bondad, cantaremos una Salve con fervor y Hermandad, cantamos con humildad, Dios te salve Reina y Madre, cantamos con humildad, y te pusimos de nombre la ¡Virgen de la Piedad! 

SALVE A LA VIRGEN DE LA PIEDAD