Santa María de Guadalupe, Reina de la Hispanidad
UN POCO DE HISTORIA:
Aparición de la Virgen
La villa de Guadalupe, del árabe wad al luben (río escondido), en la sierra de las Villuercas en la provincia de Cáceres, surgió en torno a la aparición de la imagen de la virgen y a la construcción de la primitiva ermita y después monasterio.
La leyenda de la Virgen de Guadalupe se remonta hasta el siglo I del cristianismo. Cuentan que la autoría de la talla correspondería a San Lucas y que muerto el evangelista en Beocia (actual Grecia), la imagen sería enterrada con él y seguiría su misma suerte.
A mediados del siglo IV tanto el cuerpo del evangelista como la imagen fueron trasladados a Bizancio (Constantinopla), desde allí la imagen fue llevada hacia Roma en el año 582. Por aquél entonces se desató en la ciudad una terrible peste que acabó con la vida de muchas personas y entre ellas la del papa Pelagio II. Siendo elegido posteriormente papa San Gregorio Magno, mandó hacer letanías y procesionar la imagen que tenía en el oratorio personal que no era otra que Nuestra Señora de Guadalupe. Estando en procesión se oyó un canto celestial similar al de unos ángeles que entonaban al aire loas a la Santa Virgen diciendo:
“Alégrate, Reina del Cielo, alégrate. Aquí el que tú mereciste concebir y parir ya es resucitado según lo dijo”.
Justo después apareció sobre el conocido actualmente como Castillo de Sant'Angelo, un ángel limpiando la sangre de una espada. Después de todo esto la pestilencia cesó en la ciudad y San Gregorio se convirtió en un fiel devoto de la imagen.
Unos años más tarde, San Gregorio envió varias reliquias al arzobispo de Sevilla, San Leandro en agradecimiento por haberse ocupado de destruir la herejía de los Arrianos. Entre esas reliquias se encontraba la imagen de la Virgen de Guadalupe. Yendo la imagen en un navío desde Roma hasta Sevilla se desató una terrible tempestad que puso en peligro al barco y a sus ocupantes, entonces uno de los clérigos, movido por la fe y la devoción sacó la imagen de la Virgen a cubierta y le suplicó con tanta humildad y devoción que cesase la tempestad que la tormenta amainó automáticamente. Conociendo San Leandro el presente enviado por el Papa salió al puerto a recibir a la imagen y con gran veneración fue trasladada a sus aposentos. Siendo posteriormente entronizada en la principal iglesia de Sevilla y venerada con gran fervor por todo el pueblo.
Pero la invasión árabe, en el año 711, hizo que algunos clérigos sevillanos tuvieran que huir de la ciudad hacia el norte peninsular llevándose consigo las reliquias que pudieron transportar, entre las que se encontraba la susodicha imagen de Nuestra Señora de Guadalupe. Adentrados en tierras extremeñas y para evitar su profanación enterraron tales reliquias en una zona montañosa cercana a un río conocido como Guadalupe.
Santa María de Guadalupe
Ya en pleno siglo XIV y casi finalizada la reconquista cristiana cuando reinaba en Castilla Alfonso XI andaba el vaquero cacereño, Gil Cordero, en compañía de otros pastores guardando su ganado en una dehesa llamada Guadalupe, cerca del río del mismo nombre. En un momento dado Gil Cordero se da cuenta que había perdido una vaca y salió inmediatamente a buscarla, al rato descubrió el cadáver del animal junto a la ribera del río Guadalupe, desconsolado decidió aprovechar su piel y al sacar la navaja para despellejar al animal volvió a la vida ante la mirada atónita del vaquero. En ese momento la figura de una mujer envuelta en luz que se identificó como la Virgen hizo acto de presencia exclamando:
"No temas. Yo soy la Madre de Dios, Salvador del linaje humano. Toma tu vaca y llévala al hato con las otras y vete luego para tu tierra. Dirás a los clérigos lo que has visto. Diles también de mi parte que te envío yo allá. Que vengan a este lugar donde ahora estás. Que caven donde estaba la vaca muerta, debajo de estas piedras: hallarán una imagen mía. Cuando la sacaren, diles que no la muden ni lleven de este lugar donde ahora está, mas que hagan una casilla en que la pongan. Tiempo vendrá que en este lugar se haga una iglesia y casa muy notable y pueblo asaz grande".
Obedeciendo los designios divinos, Gil Cordero marchó a Cáceres y dio cuenta de lo sucedido tanto a las autoridades civiles como religiosas, pero nadie le creyó.
El día de Extremadura muchos peregrinos dan vueltas al claustro de rodillas
Llegó a casa turbado por todo lo que le había ocurrido y se encontró a su mujer en compañía de algunos clérigos y vecinos llorando desconsolada, su hijo había fallecido y estaba de cuerpo presente. Mirando el vaquero fijamente a su primogénito yaciente recordó como la Virgen había resucitado a la vaca y sin pensarlo demasiado hincó la rodilla en el suelo encomendándose a Nuestra Señora y con mucha devoción suplicó:
“Señora, Tú sabes la embajada que de tu parte traigo y creo muy cierto ser esto por Ti ordenado, que yo hallase este mi hijo muerto, porque Tú mostrándote maravillosa en me lo resucitar, sea más ligeramente creído de aquéllos a que soy aquí por Tu mandado venir. Pues que así es, Señora, suplícote que lo quieras resucitar y de aquí te lo ofrezco por Tu perpetuo servidor y de lo llevar a aquel lugar santo, donde Tú tuviste por bien de me aparecer".
Ante la mirada atónita de todos los presentes, el joven se levantó, como quien despierta de un sueño, todos quedaron maravillados de tan grandioso milagro. Entonces le dijo el vaquero a los presentes:
"Señores, amigos, sabed que para dar fe al mensaje que yo os traigo, bien era menester que Nuestra Señora tuviese por bien de obrar esta tan gran maravilla, ya que por nuestros pecados muchas veces dudamos en aquellas cosas que no vemos corporalmente".
Y dicho esto, les contó lo que le había sucedido junto al río Guadalupe. Aquel prodigio fue tan sonado que llegó a oídos de todos aquellos que no le creyeron en su anterior pregón. Y tanto sac****tes como vecinos del Cáceres le acompañaron al lugar donde se le apareció Nuestra Señora. Cavaron donde Gil Cordero se encontró el animal muerto, y tal y como se predijo, no demasiado profundo, encontraron un pequeño sepulcro de mármol con una figura de la Virgen, acompañada de otras reliquias (entre otras, los restos de San Fulgencio y Santa Florentina) y de unos documentos que contaban su historia de la imagen desde su creación a cargo de San Lucas hasta su posterior entierro por clérigos sevillanos en este lugar. Sacaron la imagen de la Virgen junto a las demás reliquias e hicieron una humilde choza de piedra y en su interior juntando algunas piedras crearon una especie de altar poniendo sobre él la imagen de la Virgen y quedando Gil Cordero y su familia como guardadores de la ermita.
Santa María de Guadalupe sin vestir
La imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, probablemente sea en realidad una escultura románica sedente con el Niño en su regazo, tallada en madera de cedro del Líbano y policromada del siglo XII. Mide unos 59 centímetros de alto y pesa casi cuatro kilos. Desde el siglo XIV esta talla románica aparece vestida y ataviada con una corona y un cetro.
Virgen de Guadalupe
Desde 1226 hasta 1835, el culto por la Virgen llegó a la cumbre de su grandeza y la fama del santuario llegó a todo el mundo, como se ve reflejado en la existencia de nueve códices de Milagrosde Nuestra Señora de Guadalupe que testimonian el fervor universal por esta imagen.
La Sma. Virgen de Guadalupe por las calles de la Puebla
El Santuario comenzó su andadura a finales del siglo XIII, siendo inicialmente una pequeña ermita, pobre y humilde, a la que sustituyó la denominada segunda iglesia a finales del siglo XIV. Alfonso XI, que gustaba cazar por estas sierras, visitó Guadalupe en el año 1335, contemplando el estado ruinoso de la primitiva ermita y comenzando las gestiones para proceder a su restauración.
En 1337 se fundó la Puebla de Guadalupe y por orden de Alfonso XI comenzaron a construir el Monasterio (1340). En 1389 el monasterio fue confiado a la Orden de los Jerónimos. Con la desamortización de 1835 pasó a ser parroquia de la archidiócesis de Toledo. Tanto los ciudadanos extremeños como el propio gobierno autonómico siguen luchando hoy en día para que Guadalupe pase a pertenecer a una diócesis extremeña. En 1908 los franciscanos se hacen cargo del monasterio.
Como distinciones destacables la concesión del distintivo “Real” por concesión de Alfonso XI en 1340, “Pontificio” y "Basílica Menor" por concesión de Pío XII en 1955, “Monumento Nacional” en 1879 y “Patrimonio de la Humanidad” por la UNESCO en 1993. Además la imagen de Santa María de Guadalupe ostenta el título de “Reina de las Españas o de la Hispanidad” otorgado por Alfonso XIII en 1928 y “Patrona de Extremadura” en 1907.
Coronación Canónica de la Virgen de Guadalupe en 1928 como Reina de la Hispanidad
Altar Mayor Real Monasterio de Guadalupe
El Monasterio de Guadalupe es y fue un monumento de notable importancia: Fue el principal Monasterio de la Orden Jerónima, es un exponente excepcional de la arquitectura por su diversidad y variedad de estilos (destacan el Templo, Claustro Mudéjar y templete, este último único en el mundo), vinculado a la historia media y moderna de España por su relación con los reyes Católicos, protagonismo de excepción con la evangelización y conquista de América, centro de cultural de primer nivel, centro de investigación y enseñanza (escuela de medicina, botica, scriptorium…), talleres de diversa índole (bordados, orfebrería, miniados), biblioteca con un fondo extenso y rico, centro de peregrinación y hospedería.
Claustro y templete mudéjar
Fachada Principal
Sacristía
"Coronación de la Virgen", obra de El Greco (Monasterio de Guadalupe)
Museo de libros miniados
Museo de bordados
Capilla de San José o de las reliquias (Tesoro de la Virgen de Guadalupe)
Camarín de la Virgen
La Virgen es Patrona de Extremadura desde el 12 de Octubre de 1906, cuando se produce una gran Peregrinación de Extremadura a Guadalupe. Más de 10.000 romeros rinden culto a Santa María de Guadalupe, hecho que lleva al Papa Pío X, en Marzo de 1907 a solemnizarla como Patrona de Extremadura, lo que para muchos fue el primer grito de regionalismo en la tierra de María de Guadalupe. También es REINA DE LA HISPANIDAD Y REINA DE LAS AMÉRICAS. Se viene celebrando cada 12 de Octubre la fiesta de la Hispanidad, que representa el aniversario del Descubrimiento de América y de la coronación de la Virgen como Reina de las Españas y las Américas en 1928 por el rey Alfonso XIII.
La Virgen por las calles de la Puebla
Ntra. Sra. de Guadalupe
PEREGRINOS ILUSTRES:
El santuario y monasterio de Guadalupe, con sus más de siete siglos de fe, devoción mariana y cultura, ha sido por méritos propios uno de los destinos preferidos de un buen número de peregrinos, viajeros, visitantes, turistas e ilustres personajes de la historia de España desde el siglo XIV y hasta la actualidad. La riqueza artística que encierran estos muros, unidos a la devoción y el fervor popular por la imagen de la Virgen, ha cautivado en todos los tiempos a personas de reconocimiento público, político, religioso, artístico y de otra índole, lo que sin duda ha contribuido a engrandecer este enclave monacal en todo el universo.
Algunos de los más relevantes fueron los siguientes:
Desde que fundase la Puebla y monasterio, Alfonso XI, la práctica totalidad de los reyes de Castilla tenían por tradición acudir a este lugar, la cual también se extendió a la casa de Austria y se perdió, entre los siglos XVIII y XIX con la llegada de los Borbones, siendo recuperada la misma por Alfonso XIII, y continuando en la actualidad. El rey de Castilla Enrique IV y su madre la reina María de Aragón se encuentra enterrado en el Monasterio.
Estatua y tumba de Enrique IV de Castilla
Otros reyes como Juan II de Aragón y I de Navarra, Alfonso V de Portugal, don Sebastián de Portugal, la reina doña Leonor de Francia, Alberto II y Paola de Bélgica.
Escritores y artistas como Miguel de Cervantes, Miguel de Unamuno, Luis de Góngora, Félix Lope de Vega, Rafael Alberti y muchos otros.
Santos, como Vicente Ferrer, San Amadeo de Saboya, Santa Beatriz de Silva, San Juan de Ávila, San Juan de Dios, San Juan de Ribera, Santa Teresa de Jesús, San Francisco de Borja, San Pedro de Alcántara, San Antonio María Claret y San Juan Pablo II.
Tras la imagen de la virgen se encuentra un mosaico con imágenes de peregrinos ilustres al Monasterio
Aquí en Guadalupe, también se dispusieron las órdenes que Cristóbal Colón necesitaba para emprender el viaje hacia la conquista de América. Éste, tras su segundo viaje, trajo consigo dos indios, que fueron los primeros indios bautizados en la pila que hoy se encuentra en la fuente de la plaza de Santa María el 29 de julio de 1496. Colón llevaba consigo siempre una réplica en sus viajes al nuevo continente. Cuenta la leyenda incluso que los días previos a su primera expedición americana Colon oró en el interior de la ermita de Guadalupe. Su devoción debió ser tal que al descubrir la Isla Karukera, en 1493 le cambió el nombre por el de Guadalupe.
Los Reyes Católicos recibieron en Guadalupe a Colón en 1486 y 1489; en 1492 tras la conquista de Granada vinieron a este lugar en busca de paz y descanso. En el mes de junio los monarcas firmaron dos sobrecartas que enviaron a Juan de Peñalosa: una era para Moguer y otros lugares; otra para Palos. El texto requería el cumplimiento de las reales provisiones de 30 de abril de 1492.
Los reyes Juan Carlos I y Sofía en Guadalupe
LA GUADALUPANA, DE ORIGEN ESPAÑOL (Preguntas y respuestas sobre este origen)
Para los historiadores y autoridades eclesiásticas de España, el culto a la Virgen de Guadalupe, imagen que se venera en Extremadura desde hace siete siglos, fue llevado a la Nueva España por los primeros evangelizadores, lo que dio origen a la Guadalupana de México. Sin embargo, sostienen, esta imagen fue desligada totalmente de la original mediante "leyendas" y supuestas apariciones en el cerro del Tepeyac, que incluso la transformarían en símbolo de identidad nacional.
Fue tanto el afán por desligar a la Virgen del Tepeyac de la de Extremadura que, actualmente, lasautoridades de la Basílica de Guadalupe ni siquiera tienen contacto con los franciscanos que custodian el imponente Monasterio de Guadalupe cacereño, donde se encuentra la antiquísima Virgen española, que era venerada por Cristóbal Colón y Hernán Cortés.
El historiador Fray Sebastián García, actual cronista del monasterio, dice: "En México, las autoridades de la Basílica de Guadalupe no aceptan la vinculación histórica de aquella Virgen con la nuestra. Y la mayoría de los mexicanos cree que su Virgen de Guadalupe es la única; ignoran que la original se encuentra aquí".
El historiador Fray Sebastián García, actual cronista del monasterio, dice: "En México, las autoridades de la Basílica de Guadalupe no aceptan la vinculación histórica de aquella Virgen con la nuestra. Y la mayoría de los mexicanos cree que su Virgen de Guadalupe es la única; ignoran que la original se encuentra aquí".
Coro Santuario Guadalupe (al fondo la imagen de la Virgen)
Hasta el Monasterio han llegado obispos de México a visitar a nuestra señora de Guadalupe, pues saben que aquí está la raíz de la Virgen mexicana. El hoy cardenal Javier Lozano Barragán, quien, siendo obispo de Zacatecas, realizó una visita a nuestro monasterio dijo: "Aquí están nuestras raíces". Claro que ya en público cambian su discurso.
La devoción a la Virgen no sólo salió a México, sino a toda América, donde existen muchos santuarios dedicados a Santa María de Guadalupe: en Perú, Colombia, Bolivia, Ecuador... Cristóbal Colón visitaba este monasterio y era devoto de la Virgen. En su honor, le puso Guadalupe a una isla que descubrió en Las Antillas. Cada año, todavía viene al monasterio una peregrinación de esa isla. Hernán Cortés y otros conquistadores eran de Extremadura y veneraban también a la imagen, a la que Cortés usó en el estandarte con el que entró a Tenochtitlán, que aún se conserva en el museo del Castillo de Chapultepec.
En aquel tiempo, ésta era la Virgen más venerada en toda Europa. Los reyes católicos Isabel y Fernando solían visitar el monasterio; incluso aquí llegaron a reunirse con Colón.
El Papa Juan Pablo II visitó Guadalupe en noviembre de 1982: “Es indiscutible la estima tan grande que le tengo a la Virgen de Guadalupe de México. Pero me doy cuenta de que aquí están sus orígenes. Antes de haber ido a la Basílica del Tepeyac, debería haber venido aquí para comprender mejor la devoción mexicana."
En aquel tiempo, ésta era la Virgen más venerada en toda Europa. Los reyes católicos Isabel y Fernando solían visitar el monasterio; incluso aquí llegaron a reunirse con Colón.
El Papa Juan Pablo II visitó Guadalupe en noviembre de 1982: “Es indiscutible la estima tan grande que le tengo a la Virgen de Guadalupe de México. Pero me doy cuenta de que aquí están sus orígenes. Antes de haber ido a la Basílica del Tepeyac, debería haber venido aquí para comprender mejor la devoción mexicana."
San Juan Pablo II ante la virgen de Guadalupe
-¿Por qué eligieron a la Virgen del coro del Monasterio para evangelizar América?
Porque los evangelizadores extremeños eran muy celosos con su imagen titular. Muy reservados en ese aspecto, temían que otros santuarios la reprodujeran con exactitud y la colocaran en sus altares. Eso pasó con la guadalupana de México, que pintó el indio Marcos Cipac, pero tomando como modelo a la Virgen del coro del Monasterio.
La Guadalupe del coro está situada frente al altar, hasta el otro extremo de la nave del santuario. Mira de frente a la imagen titular. Es muy similar a la Virgen del Tepeyac: rayos dorados salen detrás de su manto, y bajo sus pies hay una luna sostenida por un querubín. La diferencia es que ésta lleva al niño Dios en su regazo.
La Guadalupe del coro está situada frente al altar, hasta el otro extremo de la nave del santuario. Mira de frente a la imagen titular. Es muy similar a la Virgen del Tepeyac: rayos dorados salen detrás de su manto, y bajo sus pies hay una luna sostenida por un querubín. La diferencia es que ésta lleva al niño Dios en su regazo.
Además, algunos autores opinan que es imposible que la Virgen, si se apareció, se nombrara a sí misma Guadalupe ante unos indígenas que no entendían la lengua castellana, por tanto el diálogo tuvo que haberse desarrollado en la lengua nativa, que era el náhuatl. En la aparición podría haber dicho que era la Virgen Tequatlasupe, y que, debido a que para los españoles era muy difícil de pronunciar ese nombre, la llamaron “Virgen de Guadalupe” (relacionándola con la Virgen de Guadalupe extremeña). Por otro lado es posible que el obispo de México Juan de Zumárraga, tuviese especial interés en que el nombre de la Virgen fuera el de Guadalupe, para así contar con la simpatía de Hernán Cortés, fiel devoto de ella.
-¿Por qué la de México no lleva niño?
Porque los misioneros vieron que los indígenas no estaban capacitados para comprender la concepción virginal de Cristo. Y para no meterse en barullos, la pusieron sin niño.
Por su parte, el historiador Arturo Álvarez, con base en documentos del siglo XVI, ha abundado sobre los inicios de la devoción guadalupana en el cerro del Tepeyac, promovida por los misioneros que levantaron ahí una ermita a la Virgen de Extremadura, la cual era atendida por los religiosos del convento de Santiago Tlatelolco.
En su investigación denominada El primer siglo guadalupano (México, 1524-1648), Álvarez reproduce las cartas escritas en la Nueva España por fray Diego de Santa María, por el sac****te portugués Antonio Freyre y por el propio virrey Martín Enríquez, en las que dan cuenta de dicha devoción. Algunos de estos escritos están dirigidos al rey Felipe II, quien siempre estuvo al tanto de la evolución del culto guadalupano.
Estas misivas -recalca el investigador- jamás mencionan la aparición de la Virgen al indio Juan Diego, como tampoco la mencionan en sus escritos fray Bernardino de Sahagún y el primer arzobispo fray Juan de Zumárraga, quien, según la tradición mexicana, fue testigo directo del milagro de las rosas.
Por su parte, el historiador Arturo Álvarez, con base en documentos del siglo XVI, ha abundado sobre los inicios de la devoción guadalupana en el cerro del Tepeyac, promovida por los misioneros que levantaron ahí una ermita a la Virgen de Extremadura, la cual era atendida por los religiosos del convento de Santiago Tlatelolco.
En su investigación denominada El primer siglo guadalupano (México, 1524-1648), Álvarez reproduce las cartas escritas en la Nueva España por fray Diego de Santa María, por el sac****te portugués Antonio Freyre y por el propio virrey Martín Enríquez, en las que dan cuenta de dicha devoción. Algunos de estos escritos están dirigidos al rey Felipe II, quien siempre estuvo al tanto de la evolución del culto guadalupano.
Estas misivas -recalca el investigador- jamás mencionan la aparición de la Virgen al indio Juan Diego, como tampoco la mencionan en sus escritos fray Bernardino de Sahagún y el primer arzobispo fray Juan de Zumárraga, quien, según la tradición mexicana, fue testigo directo del milagro de las rosas.
-¿Y dónde queda entonces la aparición de la guadalupana al indio Juan Diego, en diciembre de 1531?
Ésa es una preciosa narración que, en su tiempo, nadie conocía, ni el propio Zumárraga, hasta que fue escrita más de un siglo después. Y la historicidad de Juan Diego no se puede demostrar. Doy sólo un dato que constata que la de México se inspiró en la Virgen española: al principio, la festividad en el Tepeyac era el 8 de septiembre, que es cuando aquí festejamos a la Virgen extremeña. Ya después se cambió al 12 de diciembre, para ajustarla con la fecha que se pone en la leyenda de las apariciones. Dicho traslado debió realizarse por 1660. Además no hay que olvidar que la aparición de la Virgen en Extremadura es otra leyenda.
-Exaltación patriótica
El historiador Arturo Álvarez fue lamenta que en México no quiera aceptarse el vínculo entre las dos Guadalupes, lo cual se debe, en gran parte, dice, a la "exaltación patriótica" que provocó la independencia de México, luego de que Miguel Hidalgo enarboló, en 1810, un estandarte con la Guadalupe del Tepeyac para convertirla en Virgen primigenia y símbolo nacional.
El historiador Arturo Álvarez fue lamenta que en México no quiera aceptarse el vínculo entre las dos Guadalupes, lo cual se debe, en gran parte, dice, a la "exaltación patriótica" que provocó la independencia de México, luego de que Miguel Hidalgo enarboló, en 1810, un estandarte con la Guadalupe del Tepeyac para convertirla en Virgen primigenia y símbolo nacional.
El deseo de todos es que algún día SE LLEGUE A UN ENTENDIMIENTO Y CESEN LAS HOSTILIDADES ENTRE AMBAS PARTES y que se reconozca a la “morenita de las Villuercas” como el origen todas las devociones de Guadalupe.
DOCUMENTAL: GUADALUPE, 7 SIGLOS DE HISTORIA:
Fuentes: Extremadura Misteriosa, Revista Proceso, monasteriodeguadalue.com, Diario Hoy.
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